EL SEXO EN LA NATURALEZA

En el número de este mes de la revista Quercus (especializada en naturaleza y en la que tengo el honor de colaborar desde hace años) aparece una curiosa foto del naturalista Antonio Fernàndez-Caro, compañero de ANSE (Asociación de Naturalistas del Sureste) en la que se ve a un trío de canasteras practicando sexo. Observad la foto.

Lamentablemente, debido a su escaso dimorfismo sexual (diferencia de sexo por su aspecto) se hace prácticamente imposible determinar quien es quien en la foto. Es de suponer que la hembra será la de abajo, y que al segundo macho le dió por sumarse al grupo para pasar un buen rato. Pero en cualquier caso todo está por definir.

Lo que sí demuestra la foto es que los juegos sexuales forman parte del comportamiento de las especies. Que el sexo es libre en la naturaleza, y que se practica de todas las formas imaginables. Por eso siempre he defendido el derecho a que, siempre que sea consentido y del agrado de todos, cada uno practique el sexo como quiera y con quién quiera.

Lo que me saca de quicio son las opiniones ultraconservadoras que califican la homosexualidad como una práctica "contranatura" o que determinados juegos sexuales en la pareja o en grupo son una "aberración".

Y es que lo que es verdaderemente aberrante es que existan esas opiniones y que los autoproclamados "guardianes de la moral" acudan a la naturaleza (que por otra parte casi siempre repudian y maltratan) para buscar argumentos en los que basar sus anquilosados y rancios pensamientos.

Libertad, amor y naturaleza: esa es mi receta para alcanzar la felicidad ¿que os parece?