Quienes los han visto quedan fascinados. Su presencia emerge a la superficie de forma imponente y surge como una aparición.
Amalia Infante, una fotógrafa que viajaba en un velero de Eivissa a Barcelona, vio al rorcual a cinco millas de la torre Mapfre el domingo 19 de abril. Y no lo va a olvidar nunca.
- Nos desconcertó el sonido de una especie de surtidor en la parte de sotavento del barco, y allí estaba...
Pero Amalia no ha sido la única afortunada en avistar cerca de la costa barcelonesa al rorcual común. "Este hecho no es frecuente, pero tampoco excepcional", explica Àlex Aguilar, catedrático de Biología Animal de la Universitat de Barcelona (UB), quien recuerda que, "no obstante, el 80% de los ejemplares viajan lejos de la costa". Además, son más fáciles de ver porque las poblaciones de rorcuales crecen en el Mediterráneo.
Prácticamente todas las ballenas avistadas en el litoral catalán son de la especie rorcual común. Suelen vivir en invierno en aguas del norte de África y, a partir de febrero, empiezan a moverse hacia el norte. Así, entre febrero y marzo suelen verse en el estrecho entre Eivissa y Valencia, y entre abril y mayo ya se observan en el litoral barcelonés.
- ¡Quién nos iba a decir -relata Amalia- que de regreso a Barcelona nos iba a recibir el segundo animal más grande del planeta después de la ballena azul!
Que maravilla y que regalo de la naturaleza añado yo. Felicidades Amalia. Gracias Antonio.
2 comentarios:
Un buen sitio para avistar ballenas en España es el Estrecho de Gibraltar.
En mi blog tengo una entrada al respecto.
Yo me embarqué con una compañía que lleva turistas a ver estos maravillosos animales y pude disfrutar del avistamiento de un buen número de orcas pescando atunes, admás muy cerquita del barco.
También he visto cetáceos cogiendo el barco que sale de Portugalete y llega a Portsmouth, ya en Inglaterra.
En esa ocasión pude ver varias especies (rorcual, calderones, zifio de Cuivier, orca, 3 especies de delfines, etc.), además de peces luna, y numerosas aves que suelen pasar la mayoría de su vida en el mar y no suelen verse en tierra.
Una gozada de viaje, a pesar de que tuvimos que pasar una galerna, luchar con vientos de fuerza 9 (fuerza 12 ya es huracán) y olas de de 6 a 9 metros. Pero mereció la pena enormemente. Lo repetiría sin duda.
Hola
Como me gusta mucho el trabajo que haces, he puesto un enlace en mi blog para que todo el que lo visite pueda encontrar también el tuyo y así poeder disfrutar esos maravillosos reportajes y relatos que nos ofreces.
Un saludo.
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