A menudo me llegan historias de amor a la naturaleza y a los animales que animan a seguir en esta tarea de promover su cuidado y conservación. Como esta bella historia del rescate de una joven e inexperta orca que quedó atrapada entre las rocas con la llegada de la marea baja. Sucedió en Canadá. El mismo país donde, por cierto, cada año se perpetra una de las peores y más crueles matanzas de focas, en la Península del Labrador...
Pero quedémonos con estos buenos amigos y su noble acto: cada vez somos más los que estamos a favor de los animales y en contra de su maltrato. Espero que os guste!
29 jul 2015
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