Fue hace una semana. Alguien me llamó para decirme que en la versión digital de
“mi” diario aparecía un vídeo en el que un águila real intentaba llevarse a un
niño por los aires en mitad de un parque urbano.
Y si, es
cierto, ahí estaba, en la portada de la versión on-line de El Periódico (el
diario donde empecé a ejercer como divulgador ambiental y colaboro desde hace
20 años). Tras verlo me quedé, como diría mi amigo Monegal, acollonido.
Pero
enseguida supe que era un montaje. Primero porque el águila real no frecuenta
las zonas urbanas, segundo por el sospechoso movimiento de alas tipo dibujos
animados, y tercero porque ninguna rapaz se avalanzaría jamás sobre un niño en
un parque urbano para llevárselo por los aires. Insisto: jamás.
Pero el daño
estaba echo. El video tuvo 5 millones de descargas en YouTube la comidilla en twitter era el famoso montaje de
vídeo. Y para mi perplejidad resulta que todo el mundo conocía casos de águilas
come-niños.
La respuesta
está en lo mucho que nos hemos alejado de la naturaleza y el poco interés que demostramos hacia ella. Tanta es la distancia y el olvido que hasta la broma de unos estudiantes del Centro Nacional de Diseño y Animación de Canadá (NAD), los mismos que el año pasado subieron a YouTube el vídeo de un pingüino paseando por el mismo parque de Montreal, coló como si fuese real. Hasta tal punto alcanzó la polémica que la dirección del propio centro tuvo que emitir un comunicado oficial para
aclarar que se trataba de un montaje.
Lo peor de este tipo de anécdotas es que, sin quererlo, acaban haciendo mucho daño a la tarea que muchos llevamos a cabo en la conservación de la
naturaleza. Estoy convencido de que el incidente le va a costar la vida a más
de una rapaz en el planeta: “cuidado con ellas –soltará algún superhéroe de
cartucho rápido antes de dispararle- atacan a nuestros niños en los parques: hay
que exterminarlas”.
Por eso
quiero rogar desde aquí a todos los que gustan de pasar el tiempo haciendo montajes en 3D o, como en este caso, a los estudiantes que se ejercitan con ello, que por favor se abstengan de subirlos a intenernet, que no jueguen a engañar al personal simulando este tipo de situaciones, pues la gran ignorancia que hoy en día se tiene sobre los temas relacionados con la naturaleza hace que pueda colar como real ("si, si: lo he visto en internet") tirando por tierra la labor de los que día a día ponemos todo nuestro empeño en divulgar la necesidad de protegerla.
Aquí tenéis el falso montaje. Insisto: ES FALSO !!!
1 comentario:
Vivo en Lima Peru, se que aqui no hay aves de rapiña mayores, pero estoy desconcertado, he tratado de identificar al ave que cayo en mi jardin, al lado de mi hija. por el tamaño, no era un halcon. era mas grande. pense que estaba herida, quise fotografiarla y salio volando, tengo una pluma, ojala sirva de algo.
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