Instalado en la más absoluta perplejidad y sin dar crédito a la notícia, leo en la edición de hoy de El Periódico de Cataluña lo siguiente:
Parece ser que los británicos se han empeñado en aguar el bicentenario del nacimiento de su compatriota Charles Darwin. Porque si hace pocos meses aparecieron varios impulsores de que las tesis creacionistas se impartieran en las escuelas de aquel país, ahora ha salido publicada una encuesta en la que el 51% de los ciudadanos del Reino Unido que han participado opinan lo siguiente: la teoría de la evolución por sí sola no es suficiente para explicar las complejas estructuras de algunos seres vivos, por lo que la intervención de un diseñador, un dios, ha sido necesaria para que la Tierra sea lo que es. El estudio, en el que colaboraron 2.600 adultos, fue publicado ayer por el diario The Daily Telegraph.
Solo el 40% de los entrevistados defienden a capa y espada las ideas del naturalista más conocido de todos los tiempos. Pero es que el posicionamiento creacionista no es la única piedra en el zapato de los seguidores de Darwin. Para descontento de gran parte de la comunidad científica, además de dudar del evolucionismo, el 32% de los británicos están convencidos de que "Dios creó el mundo en algún momento en los últimos 10.000 años".
Ante tamaños resultados, el biólogo evolucionista Richard Dawkins se apresuró ayer a comentar que este sondeo muestra un nivel preocupante de ignorancia científica entre los británicos. Dawkins, que fue el impulsor de la campaña de los autobuses ateos en Londres --iniciativa que se ha popularizado las últimas semanas en España--, no dudó tampoco en cargar de nuevo contra el creacionismo visto que esta teoría tan difundida en EEUU amenaza con acabar implantándose en su país. Otra encuesta reciente elaborada entre profesores de la asignatura de Ciencia descubrió que uno de cada tres docentes cree que esta creencia debería enseñarse en sus clases, junto con el evolucionismo y la teoría del Big Bang del origen del universo.
Solo el 40% de los entrevistados defienden a capa y espada las ideas del naturalista más conocido de todos los tiempos. Pero es que el posicionamiento creacionista no es la única piedra en el zapato de los seguidores de Darwin. Para descontento de gran parte de la comunidad científica, además de dudar del evolucionismo, el 32% de los británicos están convencidos de que "Dios creó el mundo en algún momento en los últimos 10.000 años".
Ante tamaños resultados, el biólogo evolucionista Richard Dawkins se apresuró ayer a comentar que este sondeo muestra un nivel preocupante de ignorancia científica entre los británicos. Dawkins, que fue el impulsor de la campaña de los autobuses ateos en Londres --iniciativa que se ha popularizado las últimas semanas en España--, no dudó tampoco en cargar de nuevo contra el creacionismo visto que esta teoría tan difundida en EEUU amenaza con acabar implantándose en su país. Otra encuesta reciente elaborada entre profesores de la asignatura de Ciencia descubrió que uno de cada tres docentes cree que esta creencia debería enseñarse en sus clases, junto con el evolucionismo y la teoría del Big Bang del origen del universo.
Me preocupa, y mucho, que este violento ataque a la razón dirigido por un grupo de exaltados feligreses, seguramente forrados de pasta y decididos a expandir su ignorancia como si fuera el ébola, acabe cuajando en la sociedad. Me preocupa que mis hijos puedan llegar a contaminarse al entrar en contacto con este tipo de patrañas.
Corren tiempos revueltos para los que creemos que la transmisión de la cultura nos hace humanos. Este tipo de propaganda amenaza con dañar todo el sistema.
2 comentarios:
En un episodio de los Simpson, por influencia Flanders (un vecino de los Simpson, cristiano conservador que toma la Biblia al pie de la letra) el alcalde prohibe enseñar evolción en la escuela. La niña Simpson --Lisa-- ha leído "El origen de las especies" y habla de evolución en clase, por lo que es arrestada y juzgada. (Inspirado en el juicio de 1925 --creo que era ese año.)
Al final, el juez se convence de que la evolución es un hecho y la absuelve. Cuando la niña se encuentra con su vecino le dice que no cree que la religión tenga que enseñarse en la escuela ni la ciencia en la iglesia. Pero no todo el mundo lo entiende así. Hoy me han invitado a ir a un programa de radio a hablar de Darwin y la evolución, pero he declinado cuando me han aclarado que sería una especie de debate con un "científico creacionista" (¡vaya oximoron!). Como la niña de los Simpson, les he dicho que la religión y la ciencia son dos cosas muy distintas. Un debate en el que uno de los participantes se basa en las creencias y no en el razonamiento, no tiene sentido.
La epidemia se extiende desde Estados Unidos al Reino Unido. El escepticismo anglosajón les previene contra la epidemia de estupidez darwinista que afecta más gravemente a la Europa continental siempre proclive a las doctrinas cientifistas como el darwinismo y el marxismo.
Las tropas intelectuales angloamericanas, antes o después desembarcarán en Normandia.
Publicar un comentario