2 nov 2011

LA PESADILLA DEL DDT


En los años 40 el Doctor Paul Herre creó un compuestoquímico, el DDT, muy eficaz en la lucha contra la malaria, ya que eliminaba a los mosquitos anopheles, vectores de la enfermedad. Gracias a este descubrimiento recibió el Premio Nobel de Química en 1948.

El DDT (Dicloro difenil tricloroetano) es un compuesto organoclorado muy persistente, insoluble en agua y con una biodegradación muy lenta. Su principal ventaja es que sus efectos permanecen durante mucho tiempo en el entorn
o resultando muy eficaz para matar insectos, aunque nadie calculó (o por lo menos no lo tuvo en cuenta) que al no ser selectivo acababa afectando a toda forma de vida.

En el pueblo de Flix existía una de las fábricas más grandes de DDT en toda Europa, la de la empresa Ercross (antigua Erkimia) que dejó de producir este producto en 1945. Pero los residuos de su producción vertidos al río quedaron atrapados en los lodos del fondo y con cada crecida
del caudal se remueven contaminando su tramo final, tal y como c
onfirman los estudios del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), afectando así a la vida fuera y dentro del agua.

SILENT SPRING


En 1962 la bióloga norteamericana Rachel L. Carson escribió el libro "Primavera silenciosa" (Silent spring) un best-seller considerado por muchos como texto fundamental del ecologismo moderno, en el que denunció el peligro de usar DDT. Para Carson lo más alarmante no era únicamente su toxicidad, sino también su tendencia a bioacumularse en los tejidos grasos para persistir durante mucho tiempo acumulado en el organismo, dónde podía actaur como una bomba de relojería en cualquier momento.

El libro narra la historia de una pequeña población rural donde residia Carson en la que los campos se pulverizaron con DDT para luchar contra una invasión de escarabajos, hecho que inició una cadena de reacciones de fatales consecuencias.

Los escarabajos moribundos sirvieron de alimento a los pájaros, que a su vez sirvieron de alimento a los zorros, cuyos cadáveres fueron aprovechados por otros animales y por los organismos descomponedores de manera que, de paso en paso, el DDT fue contaminando toda la cadena trofica.

Rachel L. Carson murió al poco e escribir el libro, víctima de un cáncer de mama.


Calificado por las autoridades sanitarias de todo el mundo como producto tóxico y cancerígeno, el uso del DDT fue prohibido en los años 70, pero hoy en dia sigue reabierto el debate sobre la necesidad de recuperar su uso (que se mantiene en algunos países del tercer mundo) y la propia OMS sigue recibiendo presiones para autorizar su comercio en la lucha contra la malaria.

La pregunta es, sabiendo lo que sabemos de él ¿seremos capaces de retornar a la pesadilla de su utilización y volveremos a darle otra ración de veneno al planeta, envenenando nuestro futuro, el de nuestros hijos y el de los hijos de sus hijos?

1 comentario:

angelino_o dijo...

Ni siquiera el paso del tiempo a borrado la huella que dejo el DDT en muchos paises, y aun asi ¿se plantean volver a comercializarlo? Increible... con los avances en ciencia que tenemos no dudo que se pueda crear un insecticida que respete el medioambiente y que acabe con los mosquitos transmisores de la malaria. Desde luego, si no aprendemos es por ignorancia.