Una de las políticas del Presidente Obama que podría verse más dañada por la victoria del Partido Republicano en las elecciones legislativas de los Estados Unidos es la de la lucha contra el cambio climático.
El corresponsal de La Vanguardia en Nueva York, Andy Robinson, alertaba de ello estos días en un valiente y documentado artículo titulado Los lobbies energéticos financian el negacionismo climático en el que aportaba información sobre los grandes esfuerzos de las principales compañías energéticas norteamericanas para plantar cara a la administración Obama en su lucha por reducir las emisiones que están causando el calentamiento global.
Los nombres de los “patronos” del negacionismo serían:
David Koch
Uno de los dos hermanos propietarios de Koch Industries, los famosos multimillonarios patrocinadores del Tea Party, cuya empresa esta entre las que han donado más dinero al partido republicano. Preside la organización Americanos por la Prosperidad y recorre el país negando los datos científicos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) y asegurando que los informes sobre el calentamiento global “son mera palabrería”.
Jim Inhofe
Senador republicano por Oklahoma, fue colaborador de la petrolera Exxon en la época del presidente Bush y es uno de los personajes más críticos con los datos científicos del cambio climático, que no se corta en calificar como "el mayor fraude" jamás visto en la historia.
David Vitter
Otro senador republicano, en este caso por el estado de Luisiana Creacionista desenfrenado, Vitter rechaza rotundamente las investigaciones sobre el calentamiento global calificándolas de "basura pseudocientífica y ridícula".
Christine O'Donnell
Una de las caras más visibles del Tea Party, candidata a senadora por Delaware, y uno de los principales sabuesos del movimiento conservador a la hora de arremeter contra los datos científicos sobre el cambio climático y la política medioambiental del gobierno Obama.
A tenor de los resultados en las elecciones norteamericanas podemos afirmar que en los próximos días van a llegar a Washington cientos de candidatos que niegan la ciencia y renuncian al uso de la razón y el sentido común, y que deben mucho a empresas como Exxon Mobil, Conoco Phillips, Chevron, BP, y Koch Industries. Y es que conviene recordar que, según la información aportada por La Vanguardia, este lobby negacionista habría invertido la astronómica cifra de 453 millones de dólares (es decir, 325 millones de euros) para frenar las medidas puestas en marcha por Obama a favor del medio ambiente y en contra del cambio climático.
Parece que oscuros nubarrones procedentes de los Estados Unidos se ciernen sobre la ciencia: el creacionismo y el negacionismo avanzan contra la razón y el conocimiento.
Estados Unidos es un gran país. Un país al que amo y respeto y por el que siento una gran admiración. Espero y deseo que su Gobierno, con el Presidente Obama a la cabeza, sea capaz de hacer frente a la tempestad que se les avecina sin renunciar a su valiente política medioambiental. La salud del planeta dependerá en buena parte de ello.
4 nov 2010
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