El pasado domingo 15 de junio el submarinista Alvaro Garí tomaba esta impresionante fotografía en una pequeña gruta de un lugar de la costa mallorquina situado entre los municipios de Calvià y Valldemossa, ubicación exacta que el conseller de Medio Ambiente del Govern Balear, Miquel Àngel Grimalt, no quiso desvelar al tiempo que insistía en pedir prudencia: "es muy importante no molestarlos, no acercarse a más de cien metros y, en caso de que lo hagan ellos, dejarles hacer. Por eso pido prudencia y respeto para este ejemplar que ha aparecido en nuestras costas y que, en estos momentos, podemos decir a un 90% que se trata de un vell marí: una foca monje".
El conseller reveló además que desde el mes de mayo se han producido cuatro avistamientos de este ejemplar, todos ellos en el tramo de costa mencionado.
La mayoría de los quinientos ejemplares de foca monje que quedan se hallan en Argelia, Mauritania y Marruecos, en Madeira y en Grecia y Turquía.
La última foca monje de Balears tuvo un triste destino: fue abatida a tiros por un guardia civil en abril de 1958 en Cala Tuent (Mallorca).
La fotografía tomada por Alvaro y las informaciones que ha ofrecido hoy el Govern Balear nos devuelven la esperanza a todos los que amamos a este bellísimo animal y soñamos con la posibilidad de volver a verlo en nuestras costas.
José Luis GALLEGO
18 jun 2008
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